martes, 29 de diciembre de 2009

Las ratas desayunan acero

1
tu boca uni-verso
me salda los nudillos
por que no hay dummys de madera que me arranquen
la rabia que vierto en tu hermosa primavera

2
Cuando coqueteo con el suicidio solo una palabra me rescata
del contacto de la cuchilla doblada 5 mil veces templada con sangre
Amputarme los brazos por el cobijo de tu lengua rota
ofrendo las muñecas con las que jugué de niño
por que morir en paz no es un mañana
es montaña en medio del cambio
alli vive el secreto de la eternidad del universo

lunes, 28 de diciembre de 2009

fantasma

El petardo de mi pecho no contiene las arterias de saberte lejos, ajena
mi ventrículo cataclísmico
es de familia morir por razones del corazón
amanecer frío rígido
en el colchón más viejo de la casa con la nariz agusanada con la esencia perdida
atascado en errores que regresan de la tumba
que tres palabras me alejan más que el océano de mi diestra
no busco nada no quiero nada de nadie
sin desafiar al destino
mantener la mente quieta

viernes, 25 de diciembre de 2009

x

1
A veces me siento como arrimado en mi propia casa
en mi propio mundo
Duermo en las afueras
lloro entre la lumbre entre la hojarasca
En el polvo que se anida bajo la cama
ese que barro con las pestañas

2
Tengo un revolver preñado de venganzas
rabia carcomida de la que dejan los murciélagos cuando abandonan mi cuerpo moribundo
que se ancla a ti
que se diluye a-brazas de carbones que no tengo
me faltan lienzos para pintar

lunes, 7 de diciembre de 2009

brujas

Todas las brujas llevan en el pecho un sapo rojo a manera de corazón se les hincha, pega de brincos cuando llama el amante, tienen ojivas cargadas de no tequieros hasta el tope, montadas sobre escobas fálicas, sobre caballos mancos que cogen y cojean, para desollar al sueño, para cometer incesto con su dedo de poder. comen de entre la mesa las migajas de vidas pasada, Por eso las hechiceras no tienen nombre no tienen tiempo, Viven en el salto eterno de luna a sol.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

tu sientes en voz alta

Del aullido crónico de nuestros órganos
solo con el latir
sin monedas ni hexagramas
en la silaba que escurre de tu boca
en las arrugas de tu cuerpo
lo que no me dices lo leo
tu sientes en voz alta